Aún no sé como el tiempo ha pasado así. Veloz, dolorosamente veloz.
Aún recuerdo los primeros días sin tí. Mis ojos como ahora cubiertos de lágrimas. De ese preciado líquido que emerge por orden de mi corazón. Ese corazón roto, que te quería con ternura, con un amor inimaginable e indescriptible. Ese corazón que creyó que jamás me dejaría de doler... ¡Y que razón tenía!

Me dejaste, te fuiste... y desde entonces he tenido que aprender a estar sin ti. Y para el resto de mi vida tendré que seguir sin ti.
Del mismo modo que seguirá roto mi corazón, del mismo modo que seguirá vivo, eternamente, mi amor por ti.
Pues como ya dije una vez...
"No importa a dónde vayas, porque junto a ti siempre me hallarás"
No hay comentarios:
Publicar un comentario